San Telmo, tan antiguo como pintoresco un barrio de Buenos Aires, donde cada calle empedrada y cada esquina cuentan una historia fascinante. El nombre de este distrito se remonta al culto a San Pedro González Telmo, patrono del viejo convento de Santo Domingo, cuya capilla fue fundada en 1600 en la esquina de las actuales calles Carlos Pellegrini y Corrientes.
Durante los siglos XVII y XVIII, San Telmo comenzó a poblarse y a expandirse, adquiriendo el nombre de “Alto de San Pedro” debido a su posición elevada. Conocido también como “barrio del puerto”, este distrito fue testigo del fervor por San Pedro González Telmo y la fundación de la Iglesia de Nuestra Señora de Belén en 1734 por los jesuitas. Sin embargo, las obras de construcción quedaron inconclusas tras la expulsión de los jesuitas en 1767, y la zona pasó a depender de la parroquia de la Inmaculada Concepción.
San Telmo experimentó una transformación abrupta después de la epidemia de fiebre amarilla de 1871, cuando muchas familias pudientes abandonaron el barrio en busca de mejores condiciones sanitarias en otras áreas de la ciudad. A pesar de ello, San Telmo conserva su esencia histórica y su rica arquitectura colonial, reflejada en sus casas bajas, patios con aljibes y calles empedradas.
En el corazón del barrio se encuentra la Plaza Dorrego, la más antigua de Buenos Aires después de la Plaza de Mayo, donde los domingos se realiza la famosa feria de antigüedades al aire libre, atrayendo a visitantes de todo el mundo. San Telmo es también conocido por sus bares, restaurantes y tanguerías, que añaden un toque de pasión y nostalgia a este barrio lleno de historia y encanto.
Cada barrio porteño tiene su encanto y sitios únicos que no puedes dejar de visitar. Aquí te proponemos cuáles deben estar en tu lista de deseos para llevarte momentos únicos y que son considerados “Visitas obligadas en Buenos Aires”.