¿Sabías que la Ciudad de Buenos Aires esconde secretos fascinantes justo encima de tus ojos? Más allá de su animada vida en las calles, te sorprende con cúpulas majestuosas que coronan edificios históricos, testigos silenciosos de un pasado de grandeza y un deseo de modernidad. Te invitamos a levantar la vista y a descubrir estas joyas ocultas.
El origen de las cúpulas que definen el cielo porteño
El skyline de Buenos Aires es inconfundible. Aunque el perfil urbano de la Ciudad se ha transformado con la aparición de imponentes rascacielos en las últimas décadas, una huella indeleble de su identidad arquitectónica persiste en las alturas: sus magníficas cúpulas. Estas estructuras evocan una era dorada en la que la elegancia y el refinamiento alcanzaron el apogeo en el diseño porteño.
Las cúpulas se convirtieron en símbolos de estatus, modernidad y prestigio, abrazando una rica diversidad de estilos influenciados por corrientes como el academicismo francés, el Art Nouveau y el eclecticismo europeo. Hoy, muchas de estas construcciones históricas se mantienen como testigos del esplendor que le valió a Buenos Aires el apelativo de la “París de Sudamérica”.
A lo largo de la Ciudad, es posible encontrar decenas de cúpulas que, por su diseño o su historia, se han convertido en hitos urbanos. A continuación, un recorrido por algunas de las más significativas. ¡Prepara tu cámara!
Palacio Barolo
Inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri, este rascacielos cuenta con una cúpula que representa el Paraíso. Con sus 100 metros de altura, fue el edificio más alto de Sudamérica en su época y sigue siendo una de las postales más reconocibles de la Ciudad.

Ubicado en la Avenida de Mayo, su cúpula no solo es impresionante a nivel visual, sino que también tiene un profundo simbolismo cultural.
Construida con una estructura de hierro revestida en cobre, ofrece vistas más que panorámicas. Su faro poseía una función práctica al guiar a los barcos que navegaban por el Río de la Plata y si bien hoy existe, ya no cumple con ese objetivo.

La cúpula, con sus detalles art nouveau y su linterna que evoca un faro celestial, es un punto focal ineludible en el paisaje urbano porteño. Su iluminación nocturna añade un toque mágico al cielo. Ascender hasta allí es una experiencia única que permite obtener una perspectiva privilegiada.
Ubicación: Palacio Barolo
Edificio Palas Atenea
La que fuera sede de uno de los diarios más importantes del país, es hoy uno de los edificios emblemáticos de la Avenida de Mayo, y da testimonio del ambiente cosmopolita y marcadamente afrancesado que vivió Buenos Aires entre 1890 y 1930.

En el corazón de la Ciudad, en el ex diario La Prensa, se alza el edificio Palas Atenea, coronado por una cúpula que evoca una época de esplendor en el periodismo argentino. Esta estructura, más que un simple remate arquitectónico, es un símbolo de la ambición y la influencia que llegó a ostentar este emblemático medio.
La estatua que lo corona, en su brazo derecho sostiene una antorcha que ilumina el camino del periodismo, mientras que en su mano izquierda porta un periódico representativo de los acontecimientos, abogando por la libertad de prensa. La monumental figura de bronce de 3.000 kilogramos, cuenta con una potente luz en su farola y una sirena que anuncia grandes noticias.

Aunque el diario La Prensa cesó sus publicaciones en este edificio hace décadas, la cúpula del Palas Atenea permanece como un testigo mudo de su legado.
Ubicación La Casa de la Cultura o Edificio La Prensa
Congreso de la Nación
El Congreso de la Nación Argentina es otro de los edificios que definen el cielo porteño. Su imponente cúpula de 80 metros de altura, revestida en cobre, es una de las más majestuosas de la Ciudad.

Inaugurado en 1906, el Palacio del Congreso fue concebido para reflejar la grandeza y la aspiración de una Argentina en pleno crecimiento. Su cúpula, inspirada en la del Capitolio de Washington D.C., se erige como un punto de referencia ineludible que domina la Avenida Rivadavia.
Su estructura presenta un diseño neoclásico con una base circular sobre la que se asienta un tambor adornado con columnas y ventanales. Este tambor soporta la gran bóveda de cobre, que con el paso del tiempo ha adquirido una pátina verdosa debido a la oxidación del material.
Para los porteños y los visitantes, la cúpula del Congreso es mucho más que una atracción turística; es un hito que forma parte del imaginario colectivo. Ha sido testigo de innumerables momentos históricos, consolidándose como un símbolo de la vida cívica argentina.

Ubicación Congreso de la Nación Argentina
Las cúpulas son el sello de la identidad arquitectónica de la Ciudad, desafiando el tiempo y recordándonos que la verdadera grandeza no solo está en sus alturas, sino en la belleza de su historia.
Te invitamos a descubrirlas.