Es una de las creaciones más importantes del patrimonio urbano porteño. La Fuente de las Nereidas logró sobrevivir al paso del tiempo y los prejuicios. A orillas del Río de la Plata, se alza majestuosa despertando la curiosidad de quienes la contemplan.
Acompáñanos en un viaje a través de su historia, la vida de su creadora y los atractivos que la rodean.
Una fuente que deslumbra
Ubicada en Costanera Sur, en la intersección de la actual Avenida Tristán Achával Rodríguez con la calle Padre Migone, del barrio de Puerto Madero, la Fuente de las Nereidas es una obra monumental de 11 metros de altura que la artista argentina Lola Mora tardó dos años en construir en Roma.
¿Qué representan sus imágenes? El nacimiento de Afrodita, que es asistida y sostenida por dos criaturas que dan nombre a la obra: las nereidas.
Estas ninfas del océano, hijas del dios del mar, Nereo, manifiestan en la mitología griega, además de belleza y seducción, cierta compasión por los navegantes y la humanidad. La fuente la completan tres tritones montados en sus caballos, emergiendo del agua.

El primer modelo de la obra fue en arcilla, pero con dimensiones mucho más pequeñas. Luego, ayudada por los talleristas profesionales y los estudiantes, como solían trabajar los artistas del Renacimiento, Lola Mora construyó con yeso otro modelo del mismo tamaño que la actual. El resultado final se transformó en una escultura construida con mármol de Carrara.

Tras su llegada a Argentina en 1902, la fuente fue instalada inicialmente en la Plaza de Mayo, luego detrás de la Casa Rosada, y finalmente, tras la polémica generada por los desnudos, fue trasladada a su ubicación actual en la Costanera Sur de Buenos Aires, en Puerto Madero.
La visita a la Fuente de las Nereidas es solo el comienzo de un recorrido fascinante por Buenos Aires. A pocos pasos de esta joya artística, te esperan el elegante barrio de Retiro, la histórica Plaza San Martín y el prestigioso Museo Nacional de Bellas Artes, donde podrás sumergirte en la cultura y el arte argentino.

También puedes aprovechar para disfrutar del aire libre en la zona verde que la rodea. Camina por sus senderos, relájate en sus parques y descubre los encantos naturales que complementan esta experiencia artística.
La pasión y el talento de una escultora pionera
Detrás de esta gran obra estuvo Lola Mora, la primera escultora latinoamericana. Fue una figura central en el panorama artístico de finales del siglo XIX y principios del XX en Argentina. Su talento y audacia la llevaron a ganar el reconocimiento y la admiración del público, aunque también cierta controversia.

Realizó los bustos de varias personalidades de la política y la aristocracia argentina, entre ellos Juan Bautista Alberdi, Facundo Zuviría, Aristóbulo del Valle, Carlos María de Alvear y Nicolás Avellaneda. También trabajó con las alegorías: las estatuas de La Justicia, El Progreso, La Paz y La Libertad, en Jujuy, y algunas esculturas en el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, en Rosario. Su gran talento le valió para conseguir una beca y así poder continuar su formación en Europa
Entre los homenajes que ha recibido se encuentra la institución del 17 de noviembre, fecha de su natalicio, como Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas realizado por el Congreso de la Nación Argentina y la creación de los Premios Lola Mora, que galardonan a los medios de comunicación que promueven la igualdad.
Como habrás podido apreciar, la Fuente de las Nereidas es mucho más que una escultura: es una invitación a sumergirse en la historia y el arte argentino. Tanto si eres un apasionado del arte como un curioso viajero, esta obra icónica te espera para que la descubras.