Si estás planeando tu próxima visita a Buenos Aires, tenemos una parada que no querrás perderte. Imagínate disfrutar de un café de especialidad en un lugar que, hasta hace poco, parecía imposible: la planta baja del icónico Edificio Kavanagh. Después de casi 90 años, este gigante arquitectónico, declarado Monumento Histórico Nacional, abre sus puertas a una cafetería original.
Te invitamos a descubrir el interior de este emblemático edificio y la mujer que se esconde tras su leyenda, disfrutando de una deliciosa taza de café.
Un entorno privilegiado
Cora, así se llama este flamante espacio, es mucho más que un simple café. Es una verdadera hazaña. Por décadas, el Edificio Kavanagh se mantuvo difícil de acceder para cualquier tipo de comercio, consolidando su estatus de ícono residencial y arquitectónico. Pero Cora ha logrado lo impensable, instalándose en este lugar privilegiado y ofreciendo a turistas y locales una experiencia única.

El edificio, una joya del art decó y un símbolo del progreso arquitectónico en la Ciudad, fue inaugurado en 1936 gracias a Corina Kavanagh, la mujer que financió su construcción, y de la que el café tomó su nombre. Fue el primer rascacielos y el edificio más alto de la Ciudad.
En 1999 se lo declaró Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad por la UNESCO y Monumento Histórico Nacional. Desde el principio fue concebido como edificio de rentas de lujo, por lo que resultó una odisea conseguir la aprobación del consorcio para instalar un café, el primer emprendimiento gastronómico del Kavanagh, lo cual se logró modificando el reglamento y con la aprobación del consorcio.
Así, Cora Café se las ingenia con tostadoras y un horno eléctrico para ofrecer tartas, sándwiches prensados, tortillas, budines, tablas de quesos, tostones de palta y medialunas, entre otras delicias.
Detalles sobre el café con un estilo único
Sin embargo, más allá de su rica propuesta gastronómica, cesde el momento en que cruzas la puerta de Cora, te darás cuenta de que no es una cafetería cualquiera. Su estilo inconfundible es un tributo al majestuoso Edificio Kavanagh. El diseño interior, inspirado en el propio hall del edificio, incorpora detalles en travertino, creando una atmósfera donde te sientes parte integral de este gigante arquitectónico. En cada rincón, Cora te invita a quedarte y sumergirte en su encanto.

La experiencia va más allá de lo visual. Para los curiosos y amantes de la historia, Cora ofrece un detalle fascinante: libros sobre Cora Kavanagh y su vida están a disposición, permitiéndote adentrarte en la historia de la mujer que dio nombre al edificio.

Cada elemento en Cora está cuidadosamente seleccionado. El mobiliario y la vajilla son excepcionales. Las sillas, un diseño original de Ricardo Blanco, reconocido arquitecto dedicado al diseño industrial, fueron adquiridas de un coleccionista, aportando un toque de exclusividad. Las mesas de madera laqueada mantienen un diseño exquisito, y la vajilla es de Acme, la prestigiosa casa neozelandesa conocida por fabricar las mejores tazas para disfrutar un café.
Y si el ambiente no fuera suficiente, la banda sonora de Cora Café es otro acierto rotundo. No solo por su volumen amigable, sino por los vinilos de Miles Davis, Joni Mitchell y Leonard Cohen, entre otros, que giran desde una bandeja vintage, impregnando el espacio con un sonido de época muy particular que complementa a la perfección la atmósfera del lugar.

Más allá de su estética deslumbrante, Cora se destaca por su propuesta de café de especialidad. Aquí, cada taza es una obra de arte. Olvídate de los cafés genéricos; en Cora, trabajan con granos seleccionados, tostados con precisión y preparados por baristas expertos que saben cómo extraer lo mejor de cada grano.

Ya sea que prefieras la intensidad de un espresso, la suavidad de un cremoso latte, o los matices aromáticos de un filtrado, en Cora encontrarás opciones para satisfacer todos los gustos. La dedicación al detalle se refleja en cada sorbo, garantizando una experiencia sensorial de primer nivel.
Cora no es solo una cafetería; es un testimonio de cómo la innovación puede convivir con la tradición. Es la oportunidad perfecta para que, en tu próxima visita a Buenos Aires, no solo admires el majestuoso Edificio Kavanagh desde afuera, sino que también te sumerjas en su historia mientras disfrutas de uno de los mejores cafés de la Ciudad.
¿Estás listo para vivir esta experiencia única?
- Horarios: Lunes a Viernes, de 8 a 20 h. Sábados de 9 a 20 h. Domingos de 10 a 16 h.