Son considerados “notables” por su antigüedad, arquitectura o relevancia local, y forman parte oficial del Patrimonio Cultural de la Ciudad. Te invitamos a conocerlos.
Café de García, un clásico en Villa Devoto
Inaugurado en 1927, este bar notable casi centenario reabrió sus puertas después de dos años. Ubicado en la esquina de Sanabria y José Pedro Varela, en el barrio de Villa Devoto, fue visitado por celebridades como el cineasta Francis Ford Coppola.
Destacan sus emblemáticas picadas, que incluyen la degustación de varios platos diferentes, y hasta un ojo de bife en honor a Diego Maradona, quien vivió en la zona donde se encuentra ubicado el Café.
Elementos para jugar billar, un teléfono antiguo, fotos y otros objetos que adornan las paredes encierran pequeñas historias.
Café Margot, espíritu bohemio en Boedo
Presente desde 1904 en el barrio de Boedo, específicamente en la esquina del pasaje San Ignacio y la Avenida Boedo, este bar notable recupera el espíritu bohemio de los artistas del barrio y la camaradería de sus vecinos.
Nace como muchos establecimientos de aquel tiempo, como bar y almacén, y hoy se enmarca en la tradición de los viejos almacenes. Políticos, escritores y tangueros fueron clientes frecuentes del bar original, del que hoy se conservan la fachada, estructura y muchas historias que son narradas en el lugar.
Su identidad definitiva llegaría en 1993 con Café Margot, nombre en homenaje a un tango de 1919, con letra de Celedonio Flores y música de Carlos Gardel y José Ricardo, de los que mejor evocan el vocabulario lunfardo porteño.
Su tradicional y convocante sándwich de pavita al escabeche creado en la década de 1940 y que persiste hasta ahora, es su plato destacado: un ensamble de pan casero, pavita al escabeche, tomate, lechuga y algún aderezo a gusto de quien lo prueba.
El irresistible strudel de manzana casero y la refrescante sidra tirada son otros imperdibles de Café Margot.
La Ideal, representante de la belle époque en el Centro porteño
Fundada en 1912, es una de las confiterías más antiguas de Buenos Aires, ubicada en Suipacha 384, pleno centro porteño. Famosa por sus medialunas y sus sándwiches, este bar es ideal para un desayuno o una merienda tradicional.
Desde 2017 y hasta noviembre de 2022, los más de dos mil metros cuadrados del edificio fueron puestos en valor y se recuperó su patrimonio histórico, gracias a un equipo de especialistas en bronce, madera, estuco, dorado a la hoja y vitrales.
Su arquitectura es todo un símbolo de la belle époque europea: cuenta con una cúpula compuesta por 60 paneles de vitrales y una moldura elaborada con cartapesta.
Las arañas y los apliques son originales, y en la restauración fueron bajadas y pulidas. También se desarmaron y renovaron los ascensores, se acondicionó la Bombonera del primer piso y los vitraux.
Por eso es que visitar este bar notable es viajar en el tiempo a través de un recorrido que deleita la vista.
Un dato de color tal vez por muchos desconocido es que gracias a su imponente belleza fue escenario de películas como “Evita”, dirigida por Alan Parker.
Si no cuentas con tiempo para sentarte y vivir la experiencia del lugar, La Ideal ofrece la posibilidad de comprar en la panadería, la bombonería y la sandwichería.
El Federal, 160 años en San Telmo
En la esquina de Perú y Carlos Calvo, corazón del barrio de San Telmo, funciona este café-bar que en 2024 celebró sus 160 años de historia siendo testigo privilegiado de la vida de la Ciudad.
Antiguamente fue un almacén con despacho de bebidas, lo que se conocía como “pulpería”, clásica tipología comercial porteña de fines del siglo XIX y principios del XX.
Cuenta con dos salones acondicionados con un mobiliario tradicional. A su vez, poseen una interesante exposición porteña, que incluye viejas publicidades, fotografías de los años 20 y 30, además de otros objetos de colección.
Los habitués del bar suelen elegir la barra baja, que se encuentra en el primer salón, donde es posible rendirl culto a la picada y el vermut, característicos de su carta. Además, quienes mejor lo conocen, también recomiendan las tortillas, lomos y sándwiches especiales, ravioles caseros de pavita o strudel.
Más allá de su historia y arquitectura, estos bares notables ofrecen una experiencia única. ¿Te animas a recorrer estos lugares emblemáticos?