El Jardín Andaluz del Museo Larreta es más que un hermoso jardín botánico ubicado en el barrio de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires. Desde el ingreso, la persona que lo visita puede transportarse en el tiempo y viajar a la Alhambra, Granada, de donde este paseo tomó su inspiración.
Fue creado en la década de 1920 por el arquitecto paisajista francés Achille Duchêne, por encargo de Enrique Larreta, un escritor, académico y diplomático argentino.
Te invitamos a recorrer secretos de este lugar imperdible.
El más grande de Sudamérica
Enrique Larreta y Josefina Anchorena se casaron en 1900. Se fueron de luna de miel a Europa, y estuvieron diez días en Granada, al sur de España. Quedaron cautivados por La Alhambra, especialmente por el paseo del Generalife, que fue una gran fuente de inspiración. A su regreso, luego de algunos años, decidieron replicarlo en su propia casa. Por lo que el Jardín Andaluz del Museo Larreta es el jardín hispano islámico más grande de Sudamérica.
La flora es una verdadera delicia para los sentidos. Algunas de sus características principales son:
- Variedad: encontrarás una amplia gama de especies, desde árboles majestuosos hasta delicadas flores.
- Aromáticas: las plantas aromáticas como el romero, el tomillo y la lavanda perfuman el aire, creando una atmósfera relajante.
- Colores: las flores de todos los colores crean un espectáculo visual impresionante a lo largo de las estaciones.
- Texturas: las hojas, cortezas y frutos ofrecen una gran variedad de texturas para explorar.
- Frutales: naranjos, limoneros y otros árboles frutales ofrecen deliciosos frutos en su temporada.
Algunas de las especies más representativas:
- Arbustos: boj, hortensia, agapanto. Estos crean laberintos y delimitan los espacios.
- Árboles: ginkgo biloba, ombú, ciprés, palmeras, naranjo amargo. Estos proporcionan sombra y altura al jardín.
- Flores: rosas, jazmines, buganvillas. Sus colores y perfumes embellecen el entorno.
Un dato que quizás no todos los visitantes del Jardín Andaluz conocen es que por ser un espacio patrimonial se ajusta a las reglas de la Carta de Florencia, que sirve de base para la protección de este tipo de lugares. La misma establece principios para la conservación y restauración de espacios verdes que por su valor histórico y artístico constituyen verdaderos monumentos.
Una fusión de culturas
Originalmente la residencia era una quinta de veraneo con árboles frutales que rodeaban la casa. Sin embargo, cuando Enrique Larreta la adquirió, su interior fue modificado para recrear las inclinaciones estéticas del escritor, que se interesaba por el período renacentista español y barroco.
La quinta con árboles frutales que rodeaban la casa fue transformada por Larreta en un jardín de estilo andaluz, cuya estética fusiona el mundo romano y musulmán.
Lo más significativo que tienen son la variedad de plantas, lo cual comenzó por una práctica religiosa de hacer ofrendas a los dioses o de homenaje a los fallecidos, mediante la colocación de una planta que le represente. A su vez, este tipo de jardines, según la tradición hispano-islámica, son lugares para orar, meditar, y pasar momentos de sosiego. Por ello, tienen la intención de trasladar la naturaleza al interior de la casa y hacer que el habitante se evada de la vida de la ciudad envolviéndolo en un entorno de paz y tranquilidad.
A pesar de que está ubicado a una cuadra de Cabildo y Juramento, una esquina emblemática y súper concurrida de la Ciudad, es un enclave silencioso que un siglo después sigue siendo elegido diariamente por numerosas personas que lo visitan para relajarse.
El terreno ocupa unos 5.500 m2, y está dividido en cuatro por arbustos que crean laberintos de leyenda en alusión a la tierra, el agua, el aire y el fuego.
Los árabes concibieron los jardines como antítesis del desierto, plano e infértil. Por eso, cada cuadrícula remite a pedacitos de selvas vírgenes. Dentro de ellas, las plantas crecen del modo más natural posible.
Las fuentes son otras características clave de los jardines andaluces. Este tipo de espacios tienen un aspecto religioso: invitan a orar, a meditar, a pasar momentos de sosiego. El murmullo del agua colabora con eso.
Ahora que ya conoces un poco más, visita este paraíso único.
Horarios: lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 18 hs. Sábados, domingos y feriados de 11 a 18 hs. Días de lluvia o mal tiempo, y martes, el paseo se encuentra cerrado.
Ubicación: